Expertos discrepan de “la estética maya migratoria de la pobreza”

  • Llaman a revertir esa imagen que sólo sirve para alimentar prejuicios y empujarlos, en la frontera norte del país, a las manos de las bandas delictivas, plantean Ana Rosa Duarte y Byrt Wammack
  • Queremos abarcar la realidad actual de esa cultura que ya es transfronteriza, dicen a La Jornada 

Mónica Mateos-Vega y Lorenzo Chim
Campeche, Camp., 25 de junio.

Es importante replantear las ideas preconcebidas que existen atrás de los términos “migrante” y “maya”, pues hasta el momento, “la imagen del migrante maya, reducido a la pobreza y la automarginación, sólo sirve para alimentar prejuicios y empuja a éstos, en la frontera norte del país, a las manos de las bandas delictivas y sus lucrativos negocios”.

Así lo expusieron los investigadores Ana Rosa Duarte, académica de la Universidad Autónoma de Yucatán, y Byrt Wammack, de la Escuela Superior de Artes de ese estado, durante su participación en el simposio Migrantes mayas y su representación cultural: una mirada comparativa, que se desarrolla como parte del noveno Congreso Internacional de Mayistas.

Los especialistas realizan trabajos transdisciplinarios en artes visuales y ciencias antropológicas acerca de la estética migratoria de la civilización maya contemporánea, “con la pretensión de acercarnos a toda la heterogeneidad de la cultura maya contemporánea sin reducir lo maya, en este caso, a la victimización”.

Emigración de ex presidentes

En entrevista con La Jornada, Wammack detalla que “en México hablamos de los pobres que deben cruzar la frontera, pero nunca mencionamos, por ejemplo, a ex presidentes que migran a Estados Unidos para buscar oportunidades también. Es decir, no se conciben como migrantes. La experiencia del migrante es muy diversa y eso es lo que buscamos dar a conocer, porque los migrantes no siempre son víctimas, concebirlos así alimenta el tipo de trato que se les da en la frontera”.

Duarte recordó que el pasado 29 de mayo fue conmemorado por vez primera en el City Hall de Los Ángeles, California, el Día del Yucateco. Sin embargo, “este proceso de institucionalización del pueblo yucateco californiano esconde una de las realidades más perversas de la migración maya hacia Estados Unidos: la construcción de una suerte de retrato hablado del ‘migrante maya’ (así, entre comillas), como alguien de bajos recursos, necesidad económica, pobre y marginado. Alguien retratado en su país de origen como pobre y sin opciones, y retratado en el país receptor como una carga para la sociedad.

“Y por otro lado, se le resalta como modelo ciudadano, proveedor de servicios esenciales, y portador de una cultura milenaria que de alguna manera nutre el imaginario de los gobiernos californianos y yucatecos, así como sus programas de desarrollo turístico. Este retrato hablado de doble cara tiene su parte más perversa en el creciente riesgo que enfrentan los migrantes reducidos a esta imagen”. 

FUENTE: La Jornada, Cultura, 6 de junio de 2013



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